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Cambio de metal a plástico

Vamos a analizar algunas de las razones por las que las industrias están haciendo este cambio, entre ellas: el peso, la resistencia, la fiabilidad, la sostenibilidad, el acabado y el coste.

El sector manufacturero está en constante evolución y al tanto de nuevas tendencias y prácticas. Entre los conceptos más interesantes se encuentra la idea relativamente reciente de que los diseñadores sustituyan las piezas metálicas por piezas de plástico moldeadas por inyección.

Si todavía no has oído hablar de esta tendencia, quizás te parezca un poco rara. Las piezas de metal han sido durante mucho tiempo las más apreciadas en muchas aplicaciones desde el momento en que el ser humano aprendió a trabajar este material para utilizarlo.

Sin embargo, la gran cantidad de avances tanto en tecnología como en materiales han comenzado lentamente a poner en duda esta suposición. En muchos sectores de alta tecnología, como la automoción y la industria aeroespacial, se ha producido un cambio sustancial hacia el uso de plásticos avanzados y de alta ingeniería en áreas que alguna vez habrían sido dominio exclusivo de los metales.

El razonamiento exacto que hay detrás de este cambio puede variar de una pieza a otra, pero hay varios factores que suelen entrar en juego:

  • Peso
  • Resistencia
  • Fiabilidad
  • Sostenibilidad
  • Acabado
  • Coste

 

Peso

Una de las razones más importantes que se suelen encontrar detrás del cambio hacia el plástico es el peso. En la gran mayoría de las situaciones, es un hecho contrastado que las piezas de metal son más pesadas que las de plástico. Y cuando esas piezas van en un automóvil de alto rendimiento, o incluso en un avión, cada gramo que se pueda ahorrar en diseño puede traducirse en una mejora en el rendimiento.

No obstante, el peso no solo influye en los proyectos de alto rendimiento que cuestan miles de millones de dólares. Incluso en productos relativamente cotidianos, una reducción de peso puede tener un impacto real cuando se trata de factores como la facilidad de uso y los costes de envío. Incluso recortar una cantidad aparentemente menor como el diez por ciento puede dar como resultado cambios notables en la cantidad que se paga para llevar un producto a los clientes o distribuidores.

 

Resistencia

Si bien es cierto que los metales suelen ser más resistentes que los plásticos, en algunas situaciones, un cambio hacia los componentes plásticos puede dar como resultado un aumento de la resistencia y el rendimiento. Los plásticos técnicos a menudo pueden superar a los metales en términos de resistencia a la tracción (la carga máxima que un material puede soportar cuando se estira antes de romperse), en comparación con los metales de uso común.

Esta ventaja se vuelve especialmente clara cuando se tiene en cuenta la relación entre resistencia y peso, un factor que es de primordial importancia en muchas aplicaciones.

 

Fiabilidad

Además de esto, la resistencia de las piezas de plástico puede ser más fiable y durar más que sus equivalentes de metal. Esto se produce gracias al uso de agentes aditivos en el plástico que ayudan a ralentizar el proceso de oxidación y degradación, lo que a su vez aumenta la vida útil del producto.

Muchos plásticos también tienen una mayor resistencia química que los metales y no se corroen tan fácilmente. A menudo, esto puede significar que los productos y las piezas no necesitan un tratamiento tan exhaustivo antes de ponerlos en uso o, alternativamente, que es posible vender productos que duren más o que simplemente no necesiten tanto mantenimiento.

 

Sostenibilidad

Incluso con una fiabilidad mejorada, todos los productos llegan al final de su vida útil tarde o temprano. Sin embargo, incluso en este aspecto, los plásticos pueden ofrecer una ventaja, ya que son mucho más fáciles de reciclar. Derretir y volver a fundir metales requiere mucho más tiempo y energía que reciclar termoplásticos.

 

Acabado

Si bien rara vez tiene un gran impacto en las piezas internas, los diferentes acabados de los plásticos pueden ofrecer muchas ventajas si los comparamos con el aspecto uniformemente metálico de los metales. Los plásticos moldeados por inyección se pueden producir con prácticamente cualquier color o textura imaginable.

Esto no solo permite a los diseñadores mostrar su creatividad, sino que también supone una forma sencilla de poner el logotipo de una empresa en una pieza. No hay necesidad de pintarlo ni poner una pegatina o distintivo, puedes hacer que el logotipo sea una parte integral del diseño.

El acabado suave de los plásticos también puede influir en otras operaciones secundarias. Las piezas de plástico no necesitan el desbarbado intensivo del metal y el montaje del producto terminado es mucho más sencillo cuando se elimina la necesidad de soldar.

 

Coste

Además de reducir los costes de envío y montaje, el proceso de fabricación de piezas de plástico suele ser mucho más económico que el de creación de piezas de metal. Los plásticos de moldeo por inyección tienen un tiempo de ciclo mucho menor que el de la producción de metales, lo que hace que su producción sea generalmente más fácil y económica.

 

Está claro que es importante recordar que los plásticos no podrán sustituir nunca a los metales en todas las situaciones, pero ciertamente vale la pena tenerlos en cuenta. En caso de duda, puedes ponerte en contacto con los expertos si te estás planteando cambiar algunas piezas metálicas por plásticos.